Delfines; los animales más inteligente
El
delfín es un mamífero acuático, que pertenece a la familia de cetáceos
odontocetos, donde podemos encontrar también a las belugas y a las marsopas.
Existen aproximadamente 34 especies; Dentro de las cuales la más conocida es el
Delfín nariz de botella, los cuales aparecen a menudo en mares abiertos.
La inteligencia de este cetáceo se debe a que su cerebro es superior en comparación al del ser humano. No solo en tamaño sino también en estructura. El delfín cuenta con un Córtex más complejo que el de nosotros. El Córtex es la zona donde se genera la conciencia de uno mismo y del entorno. Por ello se dice que su intelecto es superior al nuestro, aunque distinto.
La inteligencia de este cetáceo se debe a que su cerebro es superior en comparación al del ser humano. No solo en tamaño sino también en estructura. El delfín cuenta con un Córtex más complejo que el de nosotros. El Córtex es la zona donde se genera la conciencia de uno mismo y del entorno. Por ello se dice que su intelecto es superior al nuestro, aunque distinto.
Algo que
caracteriza a estos animales es que se pueden llamar a través de nombres con
diferentes silbidos, emitiendo sonidos muy diversos con los que parecen
realizar preguntas y respuestas, del mismo modo son capaces seguir órdenes y
manifestar afecto. Además, dentro de la especie, también se ha descubierto que
usan nombres para identificarse dentro de un mismo grupo, del mismo modo que
los humanos lo hacen. Es extraño saber que también se pueden drogar. Suelen
hacerlo en grupos y lo logran gracias a las toxinas del pez globo. Además cabe
resaltar que poseen una sorprendente memoria, donde pueden almacenar recuerdos
de hace dos décadas atrás. Es por ello que estos esplendidos animales ocupan el
segundo lugar entre las criaturas más inteligentes del mundo; después del ser
humano.
Otro rasgo notable de estos animales es su enorme
curiosidad. En la isla de Roatán, frente a la costa de Honduras, realizado por
Stan Kuczaj, demostró el enorme interés de estos animales por las “cosas
nuevas”. En el lecho marino, situó una máquina que soltaba burbujas en forma de
anillo, de forma que este subía hasta la superficie. Al principio los delfines
parecían temer la burbuja, pero al pasar
el tiempo llegaron cada vez más individuos, para jugar con las burbujas, y se
mantuvieron “jugando” durante horas.
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